Natalia Aseguinolaza tiene 14 años y un bonito futuro por delante. La jugadora de Basozábal, en edad infantil, en realidad está superando en los rankings federativos a muchas jugadoras que la ganan en edad. Hace ya casi dos años que viene compitiendo de tú a tú con jugadoras que son mayores que ella. Un ejemplo clarificador: si a día de hoy la Federación Española tuviera que cerrar el equipo para competir en el Europeo Sub 18, Natalia estaría dentro…
No es especialmente larga desde el tee, pero conserva y afila unas virtudes tanto o más importantes. Para empezar, un sentido de la estrategia dentro del campo que está muy por encima de la media. Este talento podría resumirse en su capacidad demostrada para entender cuándo hay que atacar una bandera y cuándo no hay que hacerlo. Equilibrio y cabeza dentro del campo. “La conozco desde que empezó a jugar a los tres años. Es muy tranquila, fría y muy, muy trabajadora. Sabe esconder muy bien las emociones cuando está en el campo”, asegura su entrenador en Basozábal, Benjamín Gorostegui, uno de los que mejor conoce a Natalia en el día a día.
En este sentido recuerda a Azahara Muñoz o a Beatriz Recari, dos de las jugadoras referencia de toda la cantera femenina. Natalia, además, demuestra una afición a prueba de bomba. Dedicación. Seguramente gracias a ello ha desarrollado un excelente juego corto, básico para exprimir los resultados. “Parece que es mayor de lo que es”, afirma Gorostegui, que aprovecha para contar una anécdota que demuestra lo centrada que está la joven golfista vasca pese a su juventud. “En la última jornada del Campeonato de Madrid salió en el partido estelar y antes de ir al campo para jugar los últimos 18 hoyos estuvo estudiando. Le dijo a su madre que estaba adelantando trabajo porque después, con los torneos y los entrenamientos, no tiene tanto tiempo”, recuerda.
Natalia Aseguinolaza es un nombre que habrá que tener muy bien apuntado. Tiene por delante un futuro brillante, pero ante todo no despega los pies del suelo.