Tras la operación realizada el pasado viernes.
Una luz de esperanza se ha encendido en torno a la figura de Severiano Ballesteros, hospitalizado en La Paz de Madrid desde el 5 de octubre. Con la prudencia que obliga una situación como ésta, después de haberse sometido a tres operaciones para atajar el tumor cerebral que padecía, el mejor golfista español de todos los tiempos ha experimentado una sensible mejoría desde el viernes pasado que ha rebasado las previsiones más optimistas de los médicos que le atendieron, encabezados por el jefe de Neurocirugía, Javier Heredero.
Tras someterle a una traqueotomía transitoria el pasado lunes, una práctica común en este tipo de situaciones para pacientes que llevan mucho tiempo asistidos por ventilación mecánica, y que permite retirarle el tubo de oxígeno, darle soporte respiratorio y disminuye el riesgo de infecciones, los médicos del centro madrileño realizaron ayer la primera de las reanimaciones para comprobar su estado de consciencia.
Durante unos minutos le retiraron la sedación y Ballesteros, un hombre que siempre se ha significado por una fortaleza física extraordinaria, respondió coherentemente a las instrucciones básicas que le indicaron. Luego le devolvieron al sueño inducido para continuar con la rutina postoperatoria en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro madrileño.
La extrema delicadeza de la enfermedad obliga a que el proceso sea lento antes de que los médicos fijen el momento de aplicar el tratamiento de radioterapia y quimioterapia que se suele utilizar en estos casos.