La operación duró seis horas y media y trascurrió sin complicaciones.
Severiano Ballesteros se encuentra «estable» y «controlado» en la UCI del Hospital Universitario de La Paz después de ser sometido el viernes a la tercera operación en tan sólo once días. Durante la compleja intervención, que duró seis horas y media y transcurrió «sin complicaciones», según el parte médico emitido por el centro hospitalario, se eliminaron el edema y los restos del tumor que se encontraba ubicado en una zona muy profunda del cerebro. Las próximas 48 horas serán claves para el futuro del golfista cántabro de 51 años, cuyo estado de salud es grave, aunque las noticias fueron algo tranquilizadoras después de que los neurocirujanos lograran sus objetivos.
Desde las diez y media de la mañana y hasta las cinco de la tarde, el equipo encabezado por el doctor Javier Heredero abordó una decisiva y urgente intervención, la más peligrosa a la que ha sido sometido Ballesteros, que se cerró con éxito. Se trataba de extirpar los restos tumorales que afectan a las células que protegen las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, así como eliminar la inflamación que provocó un empeoramiento del mítico jugador.
La primera operación efectuada a Seve Ballesteros el 14 de octubre, programada para extirparle, parcialmente, el tumor de cinco centímetros, duró más de 12 horas y la segunda se prolongó durante nueve. Dada la dificultad que entrañaba la tercera, los neurocirujanos pensaban no acabar antes de las siete de la tarde del viernes.
El servicio de comunicación del centro sanitario incluso desconocía si podría emitirse un parte médico a lo largo de la jornada. Sin embargo, al filo de las seis de la tarde llegaban noticias esperanzadoras.
El mundo del golf y del deporte en general volvió a estar pendiente del maestro de Pedreña desde primeras horas de la mañana.
Había angustia para conocer la evolución del ganador de tres Open Británicos y dos Masters de Augusta. Por el momento se desconoce el grado del tumor, que es el que determina las posibilidades de curación del paciente, que desde hace ya tres semanas lucha por salvar su vida en La Paz.
En la puerta principal del centro sanitario montaron guardia diferentes medios de comunicación en busca de alguna información que no fue imposible recabar hasta la tarde.
La habitación en la que Ballesteros ha estado durante los últimos días estuvo protegida por seguridad privada, y a la entrada del Hospital General no existía el mínimo indicio de que allí afrontaba el momento más delicado de su vida el mejor jugador español de todos los tiempos.
Seve no podrá recibir visitas hasta que se recupere del complicado proceso quirúrgico llevado a cabo por tres neurocirujanos, acompañados por dos anestesistas y tres enfermeras.
Desde que el 5 de octubre perdiera el conocimiento en el aeropuerto de Barajas, cuando se disponía a viajar a Alemania para negociar con uno de sus patrocinadores, y tuvo que ser ingresado de urgencia, la incertidumbre sobre su estado ha ido en aumento. A lo largo de estos días no han cesado de llegar mensajes de ánimo desde todo el mundo, en especial desde Gran Bretaña, donde está considerado un ídolo.