Los ganadores de la II Liga del País Vasco, Rafael Manene y Marta Vázquez, coinciden en su gran destreza paa el juego corto y en destacar el ambiente de la competición.
Ni el colombiano Villegas al arrebatar el triunfo que parecía predestinado para Sergio García en la FedEx Cup ni Gonzalo Fernández Castaño al adjudicarse el British Masters podrían rivalizar todavía hoy en el grado de satisfacción con los vencedores de la II Liga Senior País Vasco.
La comparación no se sostiene en cuanto a dinero o prestigio, pero Rafael Manene (Bilbao, 1940) y Marta Vázquez (San Sebastián, 1957), siguen disfrutando y mucho del éxito cosechado tras la novena prueba que cerraba el campeonato en Larrabea.
«Siento una gran satisfacción porque no me lo esperaba, creía que ganaría alguien con hándicap más alto por lo que me ha hecho mucha ilusión», confiesa el bilbaino, que tomó parte en cinco citas, presentando cuatro tarjetas entre el primer y segundo puesto, muy difíciles de superar. Aún así, el final estuvo pleno de emoción y José Luís Aspiazu, que llevaba ventaja, «se hundió, se salió del partido» y Manene no desaprovechó su oportunidad.
El triunfo en caballeros estuvo más disputado que en damas, donde Marta Vázquez ya llegaba con la corona a la última prueba. La donostiarra ya participó en la primera edición logrando una meritoria sexta plaza en una clasificación sin distinciones de sexo, pero ahora es la número uno entre las senior. «Me hace mucha ilusión. No hemos sido muchas más de 20 las participantes, pero las diferencias de hándicaps no tenía muchas esperanzas al principio. Según avanzaron las jornadas ya si fui viendo que mis posibilidades eran reales», relata Marta Vázquez, que tomó parte en siete de las nueve pruebas, siempre entre las mejores.
La donostiarra se saltó Artxanda como el vizcaíno descartó las citas guipuzcoanas y cada uno se hizo fuerte en sus dominios. Vázquez brilló en su campo Basozábal y Manene triunfó en el del monte bilbaino, catalogado como el «más complicado» y donde sólo había jugado dos veces. «Normalmente voy a La Galea, aunque a veces práctico también en Laukariz. Juego todo lo que puedo, pero el trabajo no me da tregua».
Además del éxito y el premio, los dos ganadores comparten virtudes pues ambos ven su mejor arma en el juego corto. Ninguno está descontento con su drive, pero se sienten mejor dentro del green.
Las coincidencias siguen a la hora de valorar la competición en la que destacan la sana rivalidad y el gran ambiente que se crea entre los propios competidores. Los elogios de ambos alcanzan también a la organización y se significan también en el mismo sentido en cuanto a las cuestiones a mejorar: «Le falta corregir un poco el sistema de hándicap aunque es complicado», dice Manene. «La puntuación penaliza mucho en función del nivel que tengas»; remata Vázquez.
Los dos tienen intención de repetir en la próxima edición y se muestran agradecidos tanto con la Federación Vasca, que ha creado hasta un espacio específico para los senior en su página web como con los patrocinadores, entre los que se encuentra El Mundo del País Vasco».
«Nos hemos divertido mucho y hemos conocido gente nueva. Lo mejor es el hoyo 19», señala Rafael Manene equiparándolo al denominado tercer tiempo en el rugby, donde compañeros y rivales se reúnene tras el partido para confraternizar. Deportista nato, el arquitecto bilbaino comenzó con el baloncesto en el Aguilas, pero lo dejó para comenzar a trabajar y se pasó al rugby y al tenis antes de llegar casi por una cuestión de azar al golf.
«Me lesioné y mientras me recuperaba, al tiempo que asistiá a unas clases en unas casas que se estaban haciendo en la Bilbaina, hicieron el campo de golf y me enganché terriblemente», relata Manene, que aparece en una fotografía de las memorias de Severiano Ballesteros. «No tenía ni palos todavía, pero estaba en Inglaterra en 1979 y le vi ganar su primer Abierto Británico en directo», agrega con orgullo recordando también su convivencia con la presión en su etapa baloncestista. «El putt es como el tiro libre del último minuto cuanto te están silbando. Hay que abstraerse y encestar»:
También Marta Vázquez llegó al golf de forma indirecta, «a través de unos amigos que jugaban». Después, algunas prácticas en vacaciones y en 1997 ya se decidió a ingresar en basozábal, «comenzar las clases y con un poco de continuidad, ir mejorando».
A los dos les ha llevado a ganar la Liga y también un viaje a La República Dominicana que a Manene no le hace tanta ilusión como a Vázquez. «No llevo bien los viajes tan largos en avión». De otro lado, la donostiarra confiesa que le motiva, aunque sea en temporada baja. «Sólo espero que no haya huracanes….».