Se impuso en el cuarto hoyo de desempate al británico Lee Westwood
No falla. Gonzalo Fernández-Castaño está abonado en el circuito europeo y cada año consigue una victoria. La de 2008, el British Masters, donde se impuso en el cuarto hoyo de desempate al británico Lee Westwood en el mítico The Belfry.
Siempre en posiciones cabeceras, a distancia de ataque, el golfista madrileño partía en la última jornada a tres golpes del líder. Una distancia que minó poco a poco a lo largo de los primeros nueve hoyos de la última vuelta para alcanzar la primera posición compartida en el hoyo 12. Siempre caminando por la calle con las manos cruzadas a la espalda, capaz de salirse hasta cuatro veces del ‘stance’ para asegurar el golpe, el madrileño hizo gala de una sangre fría excepcional.
Hasta en dos ocasiones contó con posibilidades para rematar su primer título de la temporada antes del 18, dos ‘putts’ para ‘birdie’ que se escaparon entre los suspiros de un público que tenía muchas esperanzas en que Westwood, uno de los ídolos locales, revalidase su título de la pasada temporada en el torneo. Con todo, Fernández-Castaño estaba predestinado a conseguir la victoria en la muerte súbita, como ya hiciera en la victoria más importante de su carrera allá en el 2006 en el BMW Asian Open.
El 18 de The Belfry, un par cuatro con un segundo golpe más que complicado, sería el escenario de un ‘playoff’ que necesitó hasta tres hoyos para encontrar campeón al torneo inglés. Y eso que en el tercer paso por la misma bandera, el golfista madrileño tuvo que tirar de genio con el putt pues un mal approach dejó su bola en el ‘rough’ cercano a la grada posterior y tuvo que embocar desde uno tres metros y medio en green cuesta abjo y con una fuerte caída de izquierda a derecha.
El español superó los problemas con temple y aprovechó el primer fallo de Lee Westwood para sumar un nuevo éxito a su carrera profesional en la que parece seguir los pasos de todos los grandes jugadores españoles. De hecho, su primer éxito llegó en el KLM Open de Holanda, el mismo lugar donde consiguiera su primer triunfo profesional Severiano Ballesteros. Además, ese mismo 2005 fue nominado como mejor novato del año, un galardón que también recibieron José María Olazábal y Sergio García.