El equipo español, formado por Miguel Jiménez y Sergio García, obtienen la 10ª posición
El equipo de Gales, formado por Bradley Dredge y Stephen Dodd, se ha adjudicado la 51ª edición de la Copa del Mundo en el Algarve en Portugal, que ha tenido que ser reducida a tres jornadas por causa de la lluvia.
En Vilamoura, Algarve, esta maravillosa zona de Portugal consolidada como uno de los mejores destinos de golf de Europa, conocida como la «región del sol», no ha cesado de llover durante toda la noche, siendo la peor tormenta que ha caído desde 1974. Unos cinco millones de turistas visitan el Algarve cada año, donde la media de lluvia de 2004 fue de 23 mm3. Solo en el día de hoy, hasta las 11:44h, según los datos del Instituto de Meteorología y Geofísica Portugués, han caído 39.0 mm3; 68.2 mm3 durante los veinte días de noviembre y 134.2 mm3 en lo que llevamos de año; por lo que sólo hoy ha caído más del 29% del año.
Los dos jugadores galeses llegaron a Portugal tras completar su mejor temporada en el Circuito Europeo. Bradley Dredge, un ávido lector que ganó el Open de Madeira en 2003, ha logrado este año ocho top ten –incluyendo dos segundos puestos- mostrando una gran regularidad. Stephen Dodd, un apasionado del fútbol seguidor del Nottingham Forest, ha cosechado dos títulos en 2005, Open de China y Open de Irlanda, además de colocarse otras cuatro veces entre los diez primeros.
Esta es la segunda ocasión que Gales se impone en la Copa del Mundo, que no había vuelto a ganar desde hace 18 años cuando Ian Woosnam y David Llewellyn lo consiguieron en Hawai 1987.
Dredge y Dodd recibieron el trofeo de campeones de manos del Presidente de Portugal, Jorge Sampaio, quien mostrando en todo momento –desde que Portugal fue nombrada sede de la Copa del Mundo- su apoyo a los organizadores, ha pasado dos días en Vilamoura saludando a los jugadores y compartiendo su tiempo con los patrocinadores y oficiales.
Bradley Dredge: «Es fantástico, nos alegramos mucho por nosotros y por Gales. Hemos jugado muy buen golf durante los tres días. Ha sido una pena no haber podido hacer los 72 hoyos, pero hay cosas que se escapan de nuestro control».
Stephen Dodd: «Nos hubiese gustado poder jugar las cuatro vueltas, pero una victoria es una victoria. Este es el título más importante de nuestra carera, significa más que los triunfos individuales. No tenemos muchas oportunidades de jugar en equipo, y yo he disfrutado mucho, sobre todo teniendo un compañero que ha jugado muy bien y en quien sabía que podía confiar».
Fuente RFEG
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