La rabia infinita de Otaegui cuando vio a los líderes +2 en el 17

La rabia infinita de Otaegui cuando vio a los líderes +2 en el 17

Es la segunda vez en la historia de Valderrama que no hay un jugador español dentro del top-10

No ha sido el domingo soñado para la Armada en el Estrella Damm Andalucía Masters. Más bien ha sido un domingo gris, tortuoso y amargo. El listón de los nuestros se ha quedado en la decimoséptima posición que han compartido Adrián OtaeguiÁlvaro Quirós y Jorge Campillo.

La punta del iceberg de los que se vieron para ganar es Adrián Otaegui, que salió además en esta ronda final en el penúltimo grupo, a sólo un golpe del resultado final ganador. Una vuelta de 70, que no era fácil hoy en Valderrama aunque se han visto varias, hasta cinco, le hubiera servido para, al menos, salir al desempate.

Por este motivo, Otaegui se marchaba del coliseo de Sotogrande apretando los dientes y jurando en arameo. Por eso y porque ha cometido errores de los que duelen en un campo que no te permite ninguna licencia. «He tenido fallos de novato en Valderrama y eso duele. Estoy fastidiado porque he fallado a la derecha en el hoyo 1 y a la derecha en el hoyo 16 y todos sabemos que no se puede fallar ahí. Son cosas de principiante. No sé ni cuántos golpes he regalado…», aseguraba a Ten Golf al terminar. Precisamente, el inicio con doble bogey y bogey en los dos primeros hoyos lo ponía lejos y el bogey del 16 lo terminaba de sentenciar.

Adrián Otaegui se pone a restar para empezar a sumar

Su rabia era todavía mayor porque realmente ha desplegado un gran nivel de golf durante toda la semana, especialmente desde los nueve segundos hoyos del jueves. Ha jugado para ganar, lo sabe, y no es fácil digerir que finalmente se haya quedado tan lejos del triunfo. «No sé si para ganar, pero desde luego podía haber hecho mucho más…», afirma.

El momento en el que apretó con más fuerza los dientes fue en el hoyo 17. Ahí vio que los líderes estaban con +2 y fue cuando realmente se dio cuenta de que el trofeo con los alcornoques plateados podría haber sido suyo perfectamente. Al menos, el consuelo que queda, por pequeño que sea, es que esta semana ha sido un buen aperitivo para el US Open. «Desde el punto de visto del resultado y de la lucha, seguro que ayuda, pero vamos, es un campo diferente, ya veremos lo que nos encontramos», afirma.

En este sentido, ya le ha preguntado a José María Olazábal y le ha dicho que las tres claves de Winged Foot son: campo muy largo que pondrán par 70, greenes como el mármol y rough, no muy largo, pero tremendamente traicionero. Es muy denso, hace nido y te genera la sensación de que puedes hacer más de lo que realmente es posible.