La divertida reacción de Nicklaus

La divertida reacción de Nicklaus

El domingo viví posiblemente el día más emocionante de mi vida. Increíble. Creo que estaba más nervioso que cualquier última ronda de torneo en la que haya estado peleando por el triunfo. Os podéis imaginar. Yo con Jack Nicklaus a mi lado. Con el gran Jack Nicklaus. Una pasada. Y encima para entregarme un trofeo, su trofeo.

Fue un día muy especial que jamás olvidaré. Os lo puedo asegurar. Además, tuve el privilegio, la suerte, o como vosotros queráis llamarlo, de poder vivir un momento tan único junto a mis padres. Llegaron el viernes a Estados Unidos para estar conmigo en el US Open y, claro, no quisieron perderse la ceremonia en Muirfield Village.

Fueron sólo unos minutos, pero al menos tuve la ocasión de intercambiar unas palabras con Nicklaus. Es una persona encantadora, amable, entrañable. Y muy simpático. Sólo os cuento una: cuando me presentaron y dijeron que había batido su récord en el Campeonato del Mundo Amateur que gané en 2014, se giró, me miró y dijo: “Whaaaaaaaaaaat???” Fue muy gracioso.

Las últimas horas han vuelto a ser muy movidas. Están siendo unas semanas impresionantes. Trato de asimilarlo todo y creo que lo llevo bien. Soy una persona tranquila, aunque son muchas emociones seguidas. Ganar el premio Jack Nicklaus fue una guinda más en un pastel que no puede estar más rico. No sólo por el trofeo, que es muy importante, sino por la posibilidad que me ha dado de jugar el Memorial Tournament el año que viene. Ya sabéis que mi objetivo después del US Open es sacarme la tarjeta del PGA Tour, pero mira, no está mal tener ya un torneo asegurado pase lo que pase. También el premio de Nicklaus me ha permitido jugar la previa del Barbasol y clasificarme después de ganarla. Fue muy emotivo hacerlo en el campo donde aprendió a jugar Nicklaus, el Scioto Country Club en Ohio. Brutal. Allí se respira historia de golf, es un lugar muy especial.

Ahora sí, después de vivir la última jornada del Memorial en Muirfield, por cierto, vaya campo impresionante, tengo los cinco sentidos puestos en el US Open. Estoy entrenando en Arizona State junto a mi entrenador, Tim Mickelson, y a mi compañero, Ben Shur, que será mi caddie en Oakmont. El fin de semana viajaremos ya hacia Pittsburgh para entrenar el campo y vivir una experiencia que confío en que sea increíble. Como os dije, no me pongo expectativas, sólo quiero hacerlo lo mejor posible. Por cierto, comparto también con vosotros otra buena noticia. Acaban de confirmar mi invitación para jugar el Barracuda Championship, así que ya tengo tres seguros: John Deere, Barbasol y Barracuda.

Jack Nicklaus y Jon Rahm, durante la entrega del premio.

Jack Nicklaus y Jon Rahm, durante la entrega del premio.