Natalia Aseguinolaza vivió en sus propias carnes la semana pasada un nuevo capítulo de la importancia que tienen todos los detalles, hasta los más nimios, en un torneo de golf.
La espléndida jugadora vasca estaba jugando la última jornada medal play del British Girls en el recorrido Royal St. David’s Golf Club. Es decir, el día decisivo, la vuelta que determinaría qué 64 jugadoras seguían adelante en el cuadro match play.
Aseguinolaza estaba en el límite y lo sabía, pero luchó como una jabata para meterse dentro del corte. En un momento de la vuelta, Natalia, pensando que su bola se había quedado empotrada en el rough decidió marcarla para comprobarlo. Ante la duda de si estaba empotrada, decidieron llamar a un árbitro y éste se vio obligado a ponerle un golpe de penalidad.
Normalmente, puedes marcar y levantar una bola empotrada cuando se encuentra en la calle o en hierba segada al ras. Pero para poder hacerlo en el rough necesitas que el campo tenga una regla específica que te autorice. El Royal St. David’s no tenía esa regla y Natalia recibió la penalidad.
El despiste le costó caro a la fantástica golfista de Basozábal, ya que finalmente se quedó fuera de la fase match play tras acabar en el puesto 65º, empatada con las que sí se clasificaron con +6. Sin ese golpe de penalidad habría pasado a la siguiente fase.
Es un ejemplo de esa parte cruel que tiene el golf y que no queda más remedio que ir aprendiéndola torneo a torneo y con la experiencia. Seguro que a Natalia no le vuelve a ocurrir algo parecido. Lección asimilada.