Cinco años después llego a Portrush y han cambiado muchas cosas…

Cinco años después llego a Portrush y han cambiado muchas cosas…

El Open Championship, ya saben, se juega en Royal Portrush, es decir, Irlanda. En realidad es Irlanda del Norte, pero en cualquier caso es una buena sensación para mí. Buenas vibraciones.

He ganado dos Open de Irlanda en los últimos tres años, uno de ellos a unos pocos kilómetros de aquí, en Portstewart, y siento un cariño especial de la gente. En el campo noto mucho el apoyo, pero sobre todo en la calle. Me reconocen en el pueblo y muchos me han dicho que me han visto en Portstewart y me tratan muy bien. Es especial venir y ojalá pueda seguir mi racha como hasta ahora.

Quizá no todos saben que no es la primera vez en mi vida que juego en el Royal Portrush. Aquí estuvo hace ya cinco años, en 2014, jugando un British Amateur. No me fueron muy bien las cosas. Pasé el corte de la fase stroke play y después caí en la primera ronda del match play. Perdí por 3 y 1 con Sean Towndrow. Eso sí, han cambiado muchas cosas desde entonces. Ha cambiado el campo, pero sobre todo, lo que más ha cambiado soy yo.

En cuanto al campo, por ejemplo, el hoyo 1 no tenía búnkers y era una salida muy asequible. Ahora tiene dos. En el 2 también han añadido búnkers, el 7 y el 8 son nuevos y yo jugué el 17 y 18 originales.

No obstante, sobre todo he cambiado yo, que le pego bastante diferente a la bola a como hacía hace cinco años. Soy más grande, le pego más fuerte, tengo mucha más madurez y juego un poco mejor con el viento. Antes venía sólo una o dos semanas al año aquí y era una cuestión de sobrevivir. He aprendido mucho en los golpes que hay que dar alrededor de green, a cómo manejarme.

Vengo a este Open con una motivación especial, más allá de lo que ya os he comentado sobre Irlanda. El British es el único Grande en el que aún no he tenido opciones de ganar un domingo. ¿Por qué? Pues no creo que haya nada crucial, simplemente ha sido la coincidencia de que no estaba totalmente cómodo cuando he venido. Además, en el Open es donde la experiencia es más importante. Hay que aprender a jugarlo. Phil Mickelson dice que le costó casi veinte años, espero que no me cueste tanto a mí, pero es un proceso de aprendizaje. No he sido capaz de jugar mi mejor golf ni estar cómodo en un Open. En el Open de Irlanda sí, pero no en un Open Championship. Ojalá sea esta la semana…

Por cierto, una última curiosidad. La semana que gané en Portstewart el Open de Irlanda, en 2017, me quedé en una casa en el centro del puerto de Portrush. Esta semana, sin embargo, estoy en una casa en Portstewart… Ojalá se repita la misma historia. Yo, desde luego, voy a poner todo de mi parte para que así sea.