Saludos a todos desde Nueva York. Aquí estamos para empezar este jueves los Playoffs de la FedExCup, el último tramo de la temporada. Serán los primeros de mi carrera, así que tengo muchas ganas de vivir la experiencia y hacerlo bien, pero antes me gustaría hacer balance.
Hace dos semanas se disputó el PGA Championship y se acabó, por así decirlo, la temporada de los Majors. Es un buen momento para reflexionar sobre lo que ha sido. Es la primera vez en mi vida que juego los cuatro Grandes y también la primera vez que jugaba en los cuatro campos del Masters, US Open, Open Championship y PGA. No los conocía y, además, los afronté con ciertas expectativas.
La nota que me pongo en los cuatro grandes es un cinco. Seguro que cada uno tendrá la suya particular, pero esa es la que me pongo yo. Ha habido momentos potencialmente muy buenos en cada una de esas semanas (quitando la del US Open donde no pegué bien a la bola) y, sobre todo, me he dado cuenta de que tengo el juego necesario para hacerlo bien en los Majors. Ahora, lo que tengo que hacer es mejorar la preparación. Os cuento mis sensaciones este año.
No ha sido una temporada fácil. Es curioso, pero cada vez que llegaba a un Major la semana anterior había hecho algo importante. Al Masters llegué tras ganar el Farmers, ser segundo en México y en el Match Play y ponerme decimosegundo del mundo; cuando jugué el US Open me acaba de colocar top ten mundial; en el British llegué como séptimo y tras ganar en Irlanda… De una manera u otra llegaba como favorito y es algo a los que no estaba acostumbrado y lo tienes que procesar. Había muchas expectativas y un clima de mucha positividad, lógico y natural porque se basaba en resultados, en lo que yo mismo estaba haciendo, pero no es fácil procesarlo cuando te ocurre la primera vez y sin tiempo para digerirlo.
El tren del golf sigue en marcha semana a semana. No te puedes bajar y pensar y analizar y procesar, hay que hacerlo todo sobre la marcha y en tu primer año todo esto no es fácil. Forma parte del aprendizaje. Las expectativas han crecido de forma exponencial. En mi vida pensé que el primer año de profesional iba a llegar a los cuatro Grandes como uno de los favoritos a ganar. Como sabéis yo tengo mucha confianza en mí mismo, pero incluso eso me ha sorprendido. No pensaba conseguir cosas tan buenas tan rápido y me ha pillado algo desconcertado. Estoy empezando a procesarlo.
He conseguido en apenas unos meses unos objetivos que pensaba que llegarían en unos años y me ha pillado un poco fuera de lugar. Hay que asimilarlo todo sobre la marcha, aprender y encajar mejor las piezas para el próximo año.
Lo mejor, insisto, es que el juego está bien. No es una cuestión de que no tenga juego para ganar algún día un Major, para nada. Sé que soy capaz de hacerlo bien en esos torneos y creo que también lo he demostrado, ha habido potencial, aunque no haya sido durante los cuatro días. Lo que tengo que hacer el año que viene es prepararme mejor, organizarme mejor el calendario para llegar a los Grandes en mejor forma. El año que viene voy a poder elegir mejor el calendario y conociendo mejor los campos y los torneos del PGA Tour. Este año he tenido que jugar más de lo que pensaba y, por ejemplo, al Masters llegué algo cansado.
Aún así, he pasado tres de los cuatro cortes y el único torneo donde realmente no le he pegado bien a la bola ha sido el US Open. Por eso me pongo un cinco, aunque esto es muy largo, no ha hecho más que empezar y sé que tendré más opciones de ganar. Ya llegará.