Se disputó en Guadalajara Country Club,
Lorena Ochoa había preparado con mucho mimo su torneo. El gran circuito americano paraba en México para celebrar el Lorena Ochoa Invitational.
Era una cita histórica para su país. Las mejores jugadoras del mundo se reunían en Guadalajara y, por encima de todo, un duelo: Ochoa vs Sorenstam. La mexicana es la actual número 1 del mundo y la sueca es la número 1 que se va.
Aunque el ránking diga que una está encima de la otra, lo cierto es que nadie se atreve a hacer una sentencia absoluta sobre quién manda en el golf femenino.
Lorena Ochoa quería ganar ante los suyos y, de paso, reforzar su figura ante las mejores y Sorenstam quería ganar para despedirse (ha anunciado su retirada temporal a final de 2008) en la cúspide. La sueca lo tuvo más cerca. Fue segunda, mientras que Ochoa se quedó fuera del top ten. Los flashes fueron hacia Angela Stanford.
«Mejor me hago un poquito para acá», bromeó Lorena Ochoa dando un par de pasos laterales lejos del trofeo, que se llevó la estadounidense Angela Stanford después de un cardiaco final.
La bola caminaba hacia el hoyo, la gente contuvo la respiración por segundos y después comenzó a gritar, parecía que Annika Sorenstam iba a embocar el birdie del empate en el último hoyo, pero el destino tenía otros planes. La bola tocó el borde y salió. El triunfo fue para la estadounidense Stanford por un golpe.
«Antes del putt le pregunté a mi caddie que si en el desempate teníamos que volver a jugar el 18, ya me preparaba, no lo vi, pero pensé que sabría por la reacción de la gente. Los escuché gritar y pensé que había entrado, pero luego vi la bola aún sobre el green. Tuve suerte», dijo.
Este es el tercer triunfo para Stanford en lo que va del 2008.
Las lágrimas que Ochoa había contenido durante toda la semana brotaron durante la entrega de premios, cuando la mexicana agradeció al público asistente por el apoyo demostrado.
«Lo importante es que pudimos traer este trofeo, digo torneo, ya ven, quería ganarlo, pero el próximo año, el próximo año…», comentó al público que se congregó alrededor del 18.
Para la mexicana el haber podido llevar un torneo de la LPGA al Guadalajara Country Club, donde ella se formó, resultó un sueño hecho realidad, a pesar de no haber podido ganarlo.