Sus dolores han remitido pero no se encuentra a punto.
José María Olazábal no volverá a los campos de golf, como era su deseo, la próxima semana después del chequeo particular al que se sometió el sábado. Al borde del mediodía, el golfista español hizo notificar a través de su manager, Sergio Gómez, al European Tour y los organizadores del torneo de Dubai, su renuncia.
Aunque los dolores que le han tenido prácticamente inactivo en los últimos siete meses ya han remitido -la causa fue una espondilitis-, el doble ganador de la chaqueta verde de Augusta se nota demasiado rígido para hacer swings con fluidez y tal agarrotamiento desaconseja su vuelta, pues quiere hacerlo con garantías de hacer un papel digno.
En su última comparecencia pública, el pasado 21 de diciembre con motivo del homenaje que le tributó la PGA británica en Londres, Olazábal había expresado su deseo de volver en alguno de los torneos de los Emiratos, Qatar o Dubai. Eran dos torneos seguidos que no exigían un trayecto larguísimo y servían para coger ritmo de competición. Por eso lo intentó hasta el último día prorrogando el veredicto, que, según la normativa, tenía que haber arrojado el viernes.
Con la garantía que le da no tenerse que clasificar para el primer grande, el Masters de Augusta (7 al 10 de abril), por su condición de antiguo ganador, el vasco escogerá probablemente algún torneo del Circuito Americano para su vuelta, puesto que el Europeo enlaza ahora varios torneos en el este asiático, con desplazamiento más incómodo.